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miércoles, 28 de noviembre de 2012

Que Alguien le Devuelva el Mar a los Isleños!


Los colombianos guardaremos en nuestra memoria el 19 de noviembre de 2012, fecha en que la Corte Internacional de Justicia dirimió el diferendo marítimo entre Colombia y Nicaragua, con una sentencia, calificada por los expertos, como absurda e incomprensible, que reiteró la soberanía de Colombia sobre los siete cayos, y quitó aguas territoriales a nuestro país en el Caribe y se las dio a Nicaragua.
Así las cosas, la victoria absoluta es del País Nicaragüense, porque llegaron a la Corte de la Haya con muy poco y salieron con mucho, mientras que Colombia entró con un extenso territorio insular y marino y salió sin el segundo.
Ante este resultado, preocupa el tipo de defensa que hizo el cuerpo diplomático de nuestra patria, toda vez que la canciller ya venía advirtiendo desde meses atrás, que había que “prepararse” para la decisión salomónica de la Corte, no sé lo que quiso decir la Dra. Holguín pero parecería que en ese momento tuviera un indicio de cómo se fallaría.
El “salomónico” fallo de la Corte Internacional sorprende a los colombianos, contrasta la victoria de conservar el sistema insular con la derrota por la pérdida una vasta plataforma marina con sus consabidas riquezas y el consecuente impacto económico en la actividad pesquera de los nativos, en estas condiciones esta sentencia es adversa a los colombianos y especialmente a los isleños.
En mi análisis, lo inadmisible de este fallo no radica tanto en la vasta reducción de las aguas marinas hacia el norte y hacia el sur del archipiélago, sino en la separación abrupta que se pretende establecer entre los nativos y su habitad natural, porque el mar es para los isleños  la casa de habitación, sin temor a equivocarme calificaría este fallo como un factor provocador de alteraciones del orden natural, del mismo sistema ecológico del que hacen partes habitantes que históricamente han derivado sus sustento de allí al tiempo que se han esmerado en conservar la hermosura y la biodiversidad de las aguas esa parte del Caribe que por alguna razón se la llama el mar de los siete colores. Los isleños endémicamente han erigido su proyecto de vida, sobre los recursos que  generosamente les ofrece el mar, de modo que ellos mismos son parte del paisaje de ese pedazo de agua Caribe que hoy pretenden quitarle.
En estos términos los habitantes del archipiélago, especialmente de Roncador y Quitasueño, las islas que quedaron enclavadas en medio de las “nuevas aguas” de Nicaragua,  a pesar de ser autóctonamente Caribe deben pedir permiso (tal vez visa) para surcar las olas que por naturaleza les corresponde, incluso para ir de un islote a otro que geográficamente corresponde a lo local.
Tal vez estas cosas no la entendieron ni se las explicaron a los magistrados de la Corte Internacional los diplomáticos defensores de Colombia, quizás les faltó sustentar esa estrecha relación que tienen los nativos con el mar y, que  les da posesión y dominio sobre sus aguas y las especies que allí viven. Tan fuertes son estos lazos que estoy segura que  ni siquiera esta sentencia internacional podrá romperla.
Con este episodio viene a mi mente las sabias palabras del jefe de los indígenas piel roja cuando el presidente de los Estados Unidos pretendió comprarle su territorio “Nosotros somos parte de la tierra y la tierra es parte de nosotros”. De igual forma los nativos podrían afirmar que esas aguas caribeñas les pertenecen porque ellos pertenecen a las aguas del Caribe.
En resumidas cuentas digamos que el fallo de la Haya le quita a los isleños el mar que es su patrimonio existencial, inaceptable decisión.
Indudablemente que esto constituye un revés para nuestro país, hemos visto al gobierno colombiano atolondrado, el presidente emitió una alocución ambigua que admite el fallo pero lo rechaza y le ofrece el plan de inversión social que por años esperaron los isleños, los congresistas convocan a debate a la cancillería para hacer control político extemporáneo, la canciller por su parte desvirtúa lo salomónico del fallo, los medios de comunicación hacen los análisis pertinente, y entre tanto,  QUIEN LE DEVUELVE EL MAR A LOS ISLEÑOS?