Incentivar
la creatividad y la curiosidad en el estudiante debe ser un compromiso de la
escuela de hoy, para ello se necesitan maestros reflexivos, que provoquen la
curiosidad y por tanto la creatividad, que enamoren los chicos de la academia.
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a TV, el Cine, la internet, los
simuladores, los teléfonos móviles, la realidad virtual, los ebook, YouTube, los Play Station, Instagram, twitter, facebook, whatsApp y todos las demás herramientas de los medios masivos de
comunicación proporcionan a los jóvenes e infantes un alto volumen de estímulos
visuales y mentales, con los que la escuela y el maestro compiten por ganar su
atención, estamos ante una generación de estudiantes digitales.
Ante estas circunstancia, la escuela no puede seguir con la práctica
tradicional, no puede ser para los chicos una actividad más a la que asisten
por obligación de sus padres, o un lugar para encontrarse con sus amigos, tipo
club social. Los nuevos tiempos exigen una escuela creativa, transformada y
renovada. El reto es repensar la escuela, recrear la educación, la didáctica y la
pedagogía.
Frente al gran reto de
construir escuelas atractivas surgen unos interrogantes ¿cómo iniciar? ¿Qué tipo de maestro se requiere para asumir este nuevo reto?
La escuela creativa no
propicia la mera cultura informativa, más allá de ello enseña ciencias como
pretexto para inspirar la inteligencia de los estudiantes, les guía para que
enfrenten sus retos y les estimula a manejar sus pensamientos y sus emociones,
a descubrir sus talentos y potenciarlos para ponerlos al servicios de su
comunidad, fomenta una relación colaborativa con sus compañeros basados en el
respeto por las diferencias, la
inclusión y los valores civiles.
La sociedad reclama docentes innovadores
para construir una escuela que enseñe a pensar, que empodere a los estudiantes
para que encuentren el conocimiento más atractivo, esto significa darle sentido al proceso de enseñanza, de tal forma que le permita ser
protagonistas de su aprendizaje; para ello se necesitan escuelas donde el
conocimiento busque y le dé sentido a la
comprensión más que a la memorización, escuelas que generen un
verdadero compromiso y transformación
social, escuelas que gusten.
Incentivar la creatividad y la
curiosidad en el estudiante debe ser un compromiso de la escuela de hoy, para
ello se necesitan maestros reflexivos, que provoquen la curiosidad y por tanto
la creatividad, que enamoren los chicos de la academia.
Cada clase, cada actividad
escolar es una oportunidad para que los estudiantes descubran, creen, recreen, jueguen y se diviertan aprendiendo. Cada
lección es una ocasión para ayudarlos a tejer sus sueños de infantes, para incitarles
la apertura de sus mentes y que echen a volar sus pensamiento alcanzando la
audacia del librepensador, para cuestionar, debatir, romper los paradigmas y
cambiar todo aquello que no conviene a la humanidad y/o a la armonía natural
del medio ambiente, nuestro gran hogar.
La meta es una escuela divertida
con docentes alegres que contagien a sus escolares de la fascinante aventura de
aprender, del inmenso deseo de trascender a través del desarrollo de la
dimensión sentipensante, que planifiquen y desarrollen sus actos pedagógicos los
escenarios que ofrece el entorno, que incentive la práctica del respeto por la
esencia y naturaleza del ser y de la vida, reforzando además los valores
patrios y el civismo. Por tanto, al
docente le corresponde generar un clima
de seguridad y confianza, que estimule al estudiante y le conceda todas las
oportunidades necesarias para ejercer su control, desarrollar la
creatividad en la dinámica de trabajo.
Los ambientes espaciosos en
las escuelas atractivas integran un nuevo diseño del espacio físico con
dotación suficiente, un campus escolar a la medida de las necesidades de la
comunidad educativa donde cada rincón se constituya en un “aula de clase” flexible
en tiempos y escenarios de aprendizaje para romper el esquema establecido
tradicionalmente.
En todo los momentos el
docente ha de ser un facilitador que guía al estudiante protagonista del
proceso de aprendizaje en las escuelas atractivas.